El plazo varía según cada caso, pero normalmente un proceso de liquidación voluntaria tarda entre 3 y 6 meses, dependiendo del número de acreedores y la documentación presentada. Con asesoría legal, el trámite puede resolverse de forma más rápida y ordenada.

El Recurso de Protección es una acción judicial establecida en la Constitución que permite a cualquier persona defender sus derechos fundamentales frente a actos u omisiones arbitrarios o ilegales. Su objetivo es restablecer el derecho vulnerado y proteger al afectado.

Debe presentarse ante la Corte de Apelaciones del lugar donde ocurrió la vulneración, dentro de 30 días corridos desde el hecho o desde que se tuvo conocimiento de él.

Si no posees bienes o ingresos suficientes, puedes acogerte a la Ley 20.720 (Ley de Reorganización y Liquidación de Personas), que permite eliminar tus deudas de forma legal mediante un proceso de liquidación voluntaria. De esta manera, puedes comenzar nuevamente sin cargas financieras impagables.

Cualquier persona o grupo puede presentar un Recurso de Protección, directamente o a través de un representante. Aunque no es obligatorio contar con un abogado, se recomienda hacerlo para asegurar una defensa adecuada y efectiva de los derechos vulnerados.

Existen distintas formas de salir de DICOM. La más directa es pagar o repactar la deuda; en ese caso, el acreedor debe informar al Boletín Comercial para eliminar el registro. Si hay demora, el deudor puede presentar un certificado de pago ante dicha entidad para acelerar el proceso.

Si no es posible pagar, debes saber que ninguna deuda puede mantenerse publicada por más de cinco años desde su vencimiento; pasado ese plazo, la Cámara de Comercio elimina automáticamente la información.

Otra opción es acogerse a la Ley 20.720, que permite reorganizar, renegociar o liquidar las deudas. Al finalizar el procedimiento, todas las obligaciones quedan extinguidas, dejando al deudor libre de registros financieros.

Sí, las deudas se heredan. Según la legislación chilena, la herencia incluye tanto los bienes como las obligaciones del fallecido. Esto significa que los herederos reciben todos los activos y también las deudas del causante, las cuales deben ser asumidas al aceptar la herencia.

Sí, pero solo dentro de ciertos plazos de prescripción. En general, las acciones de cobro prescriben a los 5 años desde que la deuda se hizo exigible. Si te demandan después de ese tiempo, tu abogado puede alegar la prescripción y pedir que se extinga la obligación.